Este año, nuestra forma de agrupar los pupitres y la dinámica que de forma rutinaria estamos utilizando en el aula, en la que modificamos la estructura interna del aula de manera habitual, hace que tengamos que ser especialmente responsables y sensibles en cuanto a la contaminación acústica se refiere.
Por ello, desde hace un par de meses hemos recolectado viejas pelotas de tenis para poder utilizarlas como tacos de mesas y sillas.
Desde nuestra clase, animamos a todos los coles a seguir esta iniciativa. Es vital que un colegio tenga el sonido de niños dialogando, leyendo o riendo pero no necesitamos el ruido de sus mesas y sillas.
Porque como dijo el trompetista de jazz Miles Davis:
"El silencio es el ruido más fuerte, quizá el más fuerte de todos los ruidos"
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